General Grievous



Grievous, nacido Qymaen jai Sheelal, fue el cíborg Comandante Supremo del Ejército Droide de la Confederación de Sistemas Independientes durante gran parte de las Guerras Clon. Grievous era originalmente un Kaleesh del planeta Kalee, donde tuvo lugar su vida temprana. Durante el conflicto Kaleesh en contra de los Huk, Qymaen jai Sheelal aprendió rápidamente el arte de la guerra, especializándose en un rifle tiralingotes. Rápidamente reuniendo un gran número de muertes de Huk, se convirtió en un semidios para los Kaleesh. Él eventualmente conoció a la mujer Kaleesh llamada Ronderu lij Kummar, una maestra con la espada. Los dos se hicieron muy amigos antes de su muerte a manos de los Huk. Con el corazón roto, Qymaen jai Sheelal cambió su nombre por Grievous y dirigió todo su odio hacia los Huk. Ayudado por su élite, forzó a los Huk a abandonar Kalee y luego colonizó su planeta, conquistando a sus enemigos. Los Huk pidieron ayuda a la República Galáctica, y los Kaleesh fueron obligados por los Jedi a regresar a su planeta, sufriendo una gran hambruna.

Desesperado por ayudar a su gente, Grievous empezó a trabajar como matón para el Clan Bancario Intergaláctico. Sin embargo, después de descubrir que los Huk atacaron Kalee, regresó a su planeta natal en busca de retribución. Después de consultar con su aliado, el Jefe de Estado Confederado y Conde Dooku, el Presidente del CBIG San Hill dispuso una bomba en la lanzadera de Grievous, el Mártir. El Kaleesh resultó gravemente herido, pero sobrevivió, y Hill organizó el final de su plan. Grievous fue reconstruido como un ciborg y presentado a Dooku como un arma potencial que usar en una próxima guerra contra la República Galáctica.

Después de convertirse en Comandante Supremo de la CSI, Grievous procedió a debilitar la República durante tres años—en las Guerras Clon. Grievous fue entrenado por Dooku, que también era un Lord Sith, en combate con sables de luz. Grievous aprendió rápido y pasó a ser reconocido como uno de los espadachines más habilidosos de la Galaxia. Ayudado por sus Magnaguardias IG-100, Grievous mató a muchos Jedi, y llevó a la Confederación a muchas victorias. Rápidamente creció su reputación como un impío genio militar cuando el ciborg provocó el miedo de muchos con su nave insignia, el cañón de iones–armado Malevolencia, así como con la Operación Lanza de Durge, un ataque masivo en los Mundos del Núcleo.

En el 19 ABY, Grievous lideró a la Armada Confederada en la Batalla de Coruscant, un ataque en la capital republicana. Grievous mató a varios Jedi y tomó al Canciller Supremo Palpatine, líder de la República, como rehén. No obstante, antes de que la nueva nave insignia del Comandante Supremo, la Mano Invisible, pudiese saltar al hiperespacio, la Armada de la República intervino y el Canciller fue liberado por los Caballeros Jedi Obi-Wan Kenobi y Anakin Skywalker—que terminó matando a Dooku. Grievous huyó al mundo del Borde Exterior de Utapau e intentó recuperar el control de la guerra, aunque la Confederación recibió un gran golpe por la muerte de Dooku. Grievous fue muerto poco después en la Batalla de Utapau a manos de Kenobi, y la Confederación cayó poco después. Algún punto después de la muerte de Grievous, su cuerpo fue usado para crear al guerrero droide N-K Necrosis, considerado la reencarnación de Grievous. El droide fue destruido después de su creación por unos espaciales.